En plena vorágine de superdeportivos, con el Mclaren F1 y el Bugatti EB110anunciados, el Lamborghini Diablo en camino, y la Ferrari F40 y el Porsche 959 haciendo furor, Jaguar busco hacerse un hueco en tan selecto mercado con un coche que reunía todo un saber tecnológico, Jaguar asombro a todos cuando presento el XJ220. Tras tres años de espera y muchos pedidos cancelados el resultado final fue un coche mucho menos sofisticado, aunque igual de apasionante.
A mediados de los años ochenta, Jaguar fue privatizada y necesitaba un golpe de efecto para resiturase en el mercado. En sus años bajo control de British Leyland, Jaguar había dejado un poco de lado la deportividad a ultranza que siempre caracterizo a sus productos para iniciar mucho más en el lujo y la distinción. Ni las berlinas XJ ni los pesados y elegantes coupes XJ-S eran coches de abierto carácter deportivo, así que la firma decidió actualizar la imagen. Y lo hizo mediante dos caminos. El primero, volviendo con brillantez a las carreras de Sport Prototipo, y el segundo, mostrando al mundo de lo que era capaz con la presentación del XJ220 en 1988.
El problema del XJ220 no fue ni su altísimo precio (medio millón de dólares de los de 1992), ni la larga espera que tuvieron que aguardar sus propietarios, ni su abigarrada carrocería. El problema del XJ220 fue que, pese a ser uno de los superdeportivos mas rápidos de su tiempo (se decía que el mas rápido en su versión no catalizada), no fue capaz de cumplir las promesas iniciales, y del prototipo presentado a bombo y platillo en el Salón del Automóvil de Birmingham, en 1988, se paso a un coche de serie con muchas prestaciones, pero desprovisto de algunas de las características iniciales.
Sir John Egan, el máximo responsable de la marca en 1985, dio luz verde al proyecto de construcción de un superdeportivo bajo la norma del Grupo B de competición, es decir, de automóviles de altas prestaciones con destino a la competición en carretera. Un equipo de ingenieros, liderado por Jim Randle, puso manos a la obra y en sus horas libres, siempre fuera del horario laboral, diseño un fantástico automóvil que se quedo sin objetivos antes de nacer. En efecto, la Federación Internacional del Automóvil prohibió los Grupo B, tras el accidente mortal de Henri Toivonen en el Tour de Corse, en 1986. El XJ220 no tenia ya, pues, razón de ser, pero la marca decidido, de todas formas, presentarlo al publico como prototipo a la espera de ver la reacción de este de cara a una posible realización en serie. El coche presentado en 1988, media 5,16 mm de largo y contaba con un motor V12 de 500 caballos, para un peso cercano a la tonelada y media, así como transmisión a las cuatro ruedas con tres diferenciales viscosos, diseñada por el especialista Ferguson. El coche llevaba los bajos carenados para conseguir el efecto suelo, alerón trasero móvil, y puertas con apertura de guillotina.
Los pedidos de inmediato, así que la marca decidido construir el coche, y a tal efecto lo encargo a su departamento de competición, dirigido por Tom Walkinshaw. En principio se iban a construir 220 unidades. Luego se hablo de350 y posiblemente jamás se llego a esas cifras. La larga espera, el precio elevado y el gran anticipo necesario, las especulaciones con los bonos de pedido, los cambios introducidos en el coche y la reacción de la competencia comprometieron el futuro del coche, que acabo viendo la luz en 1992.
Para entonces, ya había perdido la tracción integral, sustituida por un eje trasero motriz con diferencial de desplazamiento limitado, había cambiado su nobleV12 pasado a 6,7 litros, por uno mas convencional V6 Biturbo, había visto reducida su batalla, su longitud final y su peso, y las puertas eran convencionales.
Se mantuvo, eso si, la estructura monocasco en aluminio hecho más rígido por una jaula de acero, la carrocería de paneles de aluminio, el fondo plano y un reparto de pesos 30/70 a favor del eje trasero motriz.
El resultado final fue casi un coche de competición. El interior estaba presidido por el cuero y el exquisito acabado de las berlinas de la marca, pero ahí acababan las contemplaciones para con el conductor que se encontraba al volante de una máquina potentísima, que proporcionaba aceleraciones de infarto y una velocidad punta increíble, aunque exigía mantener las cinco sentidos en el pilotaje. Sin asistencia de frenada ni de dirección, con una suspensión dura como una roca y sin ayudas electrónicas a la conducción, elXJ220 era una bestia de competición a la que solo manos muy expertas podían sacar todo su jugo.
El XJ220 mide 4,930 mm de largo, 2,220 mm de ancho y 1,150 mm de alto. Su distancia entre ejes es de 2,640 mm y su peso es de 1.470 kg. La velocidad máxima es de 340 km/h y su aceleración de 0 a 100 km/h es de 3,8 segundos.
Fuente: cochesmiticos.com
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